Tal como hemos sostenido siempre en este caso, la estrategia de la defensa y su familia fue hacerlo pasar por loco para evitar ir a la cárcel.
Recordemos la situación: el asesino Ríos cometió 3 hechos con armas de fuego antes de matar a Alfredo Marcenac: el 19/jun/05 disparó contra las personas que viajaban en un colectivo de la línea 67 (12 disparos y 2 heridos), el 2/mar/06 disparó contra las personas que estaban en la confitería de Cramer y Juramento (15 disparos y 3 heridos) y el 16/jun/06 disparó a un tren de la línea Mitre en las inmediaciones de la Estación Belgrano “R” (16 disparos y sin heridos). Como NADIE HIZO NADA, el 6 de julio de 2006, Martín Ríos a la vista de todos, comenzó a disparar (15 disparos) en la calle Cabildo al 1700, contra las personas que caminaban y mató a nuestro hijo e hirió a otras 6 personas. Una semana después lo atraparon mientras iba en el auto CON SU MADRE. Llevaba la misma pistola que había usado para matar, cargada y 57 balas con la punta limada. Estaba dispuesto a matar de nuevo.
A partir de entonces, un grupo de psiquiatras inescrupulosos del CMF junto con la defensa, amparados en el poder médico corporativo y en la ineficiencia de la justicia, quisieron hacernos creer que el asesino Ríos está loco. En julio de 2009 el Tribunal Nº 12, compuesto por los jueces Ana Dieta de Herrera, Carlos Bruno y Alfredo Rizzo Romano, en un fallo vergonzoso, lo declaró inimputable. En ese juicio, la PROPIA DEFENSA del asesino, tratando de hacerlo pasar por “loco” para eludir la condena declaró que Ríos era MUY PELIGROSO y una persona incapaz de frenar sus impulsos destructivos. La psicóloga Martínez Llenas, contratada por la propia familia Ríos, declaró textualmente en el juicio: “es un psicótico peligroso y… y… yo no le pondría jamás la firma como forense para dejarlo en libertad, jamás, porque cuando le aflojen la medicación va a volver a cuadros impulsivos peligrosísimos para terceras personas. Podría quedar de por vida en internación psiquiátrica bajo medidas de internación de por vida… de por vida”. El psiquiatra Castex, contratado por la familia del asesino, dijo: “no es peligrosidad simple, es extremada peligrosidad en un cuadro psicótico”… él (por Ríos), no distingue entre estar jugando en una PlayStation tirándole a pajaritos o a seres humanos, ...él no distingue, para él es lo mismo un ser humano que un muñeco”.
Hoy, a sólo 2 años de esas declaraciones, la familia Ríos y sus abogados y peritos que inventaron la mentira, piden con total impunidad, que el asesino pase a un sistema de internación abierto o de mínima seguridad, cumpliéndose así lo que dijimos siempre: Ríos no está loco, inventó esta historia para “zafar” de la cárcel.
Algo resulta claro en todo esta maraña de mentiras: Martín Ríos, el tirador serial de Belgrano, loco o sano, ES UN ASESINO SUMAMENTE PELIGROSO, que debe estar encerrado para siempre en un lugar de máxima seguridad, porque si sale a la calle VOLVERÁ A MATAR.
Basta de encubrimientos!, como padres y ciudadanos, pedimos que haya JUSTICIA, con mayúsculas. La mentira “tiene patas cortas” y la defensa ya mostró su estrategia. A Ríos le inventaron el diagnóstico de esquizofrenia. Hacemos responsables a los médicos del Cuerpo Médico Forense y a los jueces que no supieron descubrir la verdad, de lo que sucedió en este caso y de lo que sucederá de aquí en adelante.
Mónica Bouyssede y Adrián Marcenac, padres de Alfredo MARCENAC
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