Blog perteneciente a la Asociación Domingo Fortunato Saladino por los Derechos Humanos
sábado, 31 de diciembre de 2011
Hola bebé, mi sol, mi preciosa princesa
Hace más o menos un año me di cuenta que algo yo tenía que hacer, no fue exacto para estas fechas, pero en mi cabeza no hacía más que repiquetear un nombre y un apellido. Y yo tengo por hecho que cuando eso pasa es como que hay un mandato que surge de aquello o de aquellos que fueron oídos o tenidos en cuenta y sólo les queda recordar un nombre y un apellido. Lo se porque parece que conmigo pasa lo mismo en ciertos lugares tan olvidados que, obviamente, los demás tardan mucho tiempo en darse cuenta que ocurre.
Cuando tu nombre y tu apellido sonaban todo el tiempo en mi cabeza, eso tenía sentido. Yo suelo prestar atención a los créditos finales de las realizaciones fílmicas. Me gusta la música de fondo que les ponen... ni idea.
Y tu presencia era muy firme desde hacía bastante tiempo, pero yo no me había percatado. Realmente, no me llamaba la atención. Hasta que un día me explotó como una bomba en la cabeza: esto es amor. Me dije.
Es como tener 16, otra vez.
Cuando la única forma de manifestar el amor era pasar con la bici por el frente de la casa de Laura. Una y otra vez. Un acosador, bah, dirían ahora.
Un acosador de 12 ó 13 años. Que en 3 años más en adelante iba a perder a su papá a manos de los dictadores y quedar huérfano de padre siendo hijo de padres separados... Hoy día pienso de eso que fue un maldito experimento del que no queda a salvo el genocida cómplice profesor Montaña del Instituto Sarmiento de Padua apadrinado por la dueña, doña "Gogó "Rojo".
Yo te extraño mucho sabés, Jésica Betsabé. Es muy duro estar tan lejos de alguien que se quiere tanto y no saber por qué. Tener conciencia de que es un amor perfecto y no poder encontrar la forma de realizarlo como uno quisiera, como las tradiciones nuestras acá, culturales, acá en Buenos Aires, mandan.
No, hay que hacerlo a lo indio. A lo extraterrestre.
Yo te quiero más que a mi propia vida: lo juro por la memoria de mi padre y la vida de mi hijo.
Y sin embargo, me domina la impotencia. Vos hoy estás en un lugar y yo en otro, igual que en Navidad. Y me fui a llorar como un loco a las rejas cerradas de San Antonio hace dos semanas porque me niega y me niega y me niega y yo ya no se que hacer.
Pero, lo juro por Dios, que al menos, el testimonio de que es Verdad lo que digo y cuanto amor te tengo lo voy a ir a grabar para siempre al tablón donde está el nombre de mi papá en el Muro de la Memoria en Costanera Norte y sos libre otra vez de obrar como quieras. De ahí ya no se puede extirpar mi voluntad final.
Cada uno sabe lo que hace.
De todos modos aun cuando pudiera realizar mi amor exijo Justicia, por todos los oprobios pasados y especialmente por los que por amarte sinceramente, como ningún otro lo hizo, como yo lo manifesté de todos los modos posible durante este año, algunos creyeron que "correspondía que pagara".
Feliz año nuevo, mi vida.
Te necesito, te amo, te deseo. Soy todo tuyo, de punta a punta, hasta el fin de mis días.
P.D.: Esto va para la colección de boludos y el tendal de heridos y cadáveres que quedó por el camino detrás de esto, que les sirva de lección lo que hasta aquí sucedió: lo único que había que hacer con Jésica para verla asi era: preocuparse, estar atento, hacerle saber lo hermosa que es y darle ánimo cada día que fuera posible para que llevara adelante la dificil tarea que lleva adelante en un medio donde predominan criterios masculinos. Asi logré yo verla tan hermosa y radiante para mi solo. Aprendan boludos, en una de esas les sale.
Ahora resulta que Gustavito está "A UN PASO" de quedarse con el premio mayor.
viernes, 30 de diciembre de 2011
LUIS ENRIQUE BARALDINI SE NEGO A DECLARAR EN EL JUZGADO DE LA PAMPA - Otro represor que no habla
Otro represor que no habla
Imagen: Télam.
Ex jefe de Policía de La Pampa desde diciembre de 1975 –sucesor en el cargo del entonces coronel Ramón Camps– hasta noviembre de 1979, Baraldini llegó por la mañana desde el penal de Marcos Paz en un celular de la Policía Federal, fuertemente custodiado. Fue recibido con insultos y gritos de “asesino” por parte de víctimas de la represión y militantes de organizaciones sociales. El represor no llevaba ayer la gorra con la que apareció en varias fotos publicadas luego de su detención en Santa Cruz de la Sierra y, si bien apenas pudo verse su rostro, se observó que ante los gritos esbozó una sonrisa.
Ingresó a la sala del juez acompañado por el defensor oficial Guillermo Miller y escuchó el detalle de los delitos que se le imputan. Durante la indagatoria estuvo presente la fiscal federal de Santa Rosa, Marta Odasso. Luego de más de una hora, Baraldini dijo que se negaba a declarar. Su abogado adelantó que el militar declararía cuando conozca “precisiones” de los casos. Baraldini fue retirado por la parte trasera del edificio y trasladado a la cárcel local.
Prófugo de la Justicia argentina desde 2003, cuando el juez federal Daniel Rafecas ordenó su captura, Baraldini está acusado por su participación al frente del comando de la subzona 14 como responsable de 63 privaciones ilegales de la libertad y 18 casos de torturas. Su refugio en Bolivia le permitió quedar afuera del juicio a represores pampeanos que terminó en noviembre de 2010. La detención, a cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, se concretó en el aeropuerto de Santa Cruz de la Sierra el sábado 24.
“De extrema ferocidad en los años del terrorismo de Estado, (Baraldini) también evidenció peligrosidad hasta hace muy poco, al participar en 2009 de una tentativa de homicidio contra el presidente Evo Morales junto con grupos de extrema derecha locales y otros carapintadas argentinos”, recordó el lunes la ministra de Seguridad, Nilda Garré.
En diciembre de 1979, Baraldini partió a Bolivia, donde fue designado agregado militar en la embajada argentina. Desde ese cargo y junto con más de un centenar de oficiales argentinos, según informó el semanario pampeano Lumbre, participó en el proceso que el 17 de julio de 1980 concluyó en el golpe contra la presidenta Lidia Gueiler. A partir de entonces se multiplicaron en La Paz y Santa Cruz de la Sierra los secuestros y las desapariciones. Baraldini volvió al país a principios de 1982, cuando concluyó la narcodictadura del general Luis García Meza, con quien supo compartir jornadas de equitación.
Tras el retorno de la democracia fue detenido por su actuación en La Pampa, pero recuperó la libertad gracias a la ley de obediencia debida en 1988. El 3 de diciembre de 1990 participó del alzamiento carapintada que encabezó Mohamed Alí Seineldín. Su misión fue la toma del Regimiento de Patricios. Condenado por el levantamiento, estuvo preso en Campo de Mayo hasta 2002, cuando el senador Eduardo Duhalde, a cargo interinamente de la presidencia, lo indultó por “razones humanitarias”. Cuando la obediencia debida fue declarada inconstitucional y el juez Rafecas reabrió las causas por delitos en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército, Baraldini volvió a Bolivia, donde pasó sus últimos ocho años.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-184474-2011-12-30.html
CONDENARON AL DICTADOR REYNALDO BIGNONE Y A OTROS DOS REPRESORES POR CRIMENES COMETIDOS EN EL HOSPITAL POSADAS - Cuando los blancos fueron médicos y enfermeros
Cuando los blancos fueron médicos y enfermeros
El Tribunal los condenó a todos. Además de Bignone, le dio a Mariani 8 años de prisión por privación ilegal de la libertad y tormentos de Gladys Cuervo. Y a Muiño le dio 13 años de prisión como coautor de la privación ilegal de la libertad y tormentos agravado en cinco oportunidades.
“Es una sentencia formal, pero no alcanza –dijo cuando todo terminó, Cuervo, enfermera y sobreviviente–. Este tipo de sentencia deja abiertas las puertas para la impunidad, para que todo vuelva a pasar.” En la puerta de los Tribunales de Retiro se acumulaban voces parecidas. Zulema Chester, hija de Jacobo Chester, uno de los desaparecidos del Posadas, dejaba la sala convencida de que las condenas eran demasiado poco para los años de espera. Un grupo de médicos, en cambio, entendía que eran el comienzo de una ganancia. “Me voy con la sensación de que las cosas fundamentales están. Faltaron años y la acusación por homicidio, pero están”, decía Hernando Salas, secuestrado en las primeras horas del golpe y trasladado a Coordinación Federal. Alrededor, entre los enfermeros y médicos que dejaban el Tribunal vestidos con delantales de trabajo, Carlos Apezteguía, otro de los médicos, exiliado después del secuestro, decía que “faltó una condena más enérgica”, pero entendió que en el fallo “hubo un reconocimiento de que éstos fueron crímenes de lesa humanidad y un dato importante es que todos recibieron condenas”.
Para la fiscalía encabezada por Javier de Luca y Guillermo Silva, el fallo de los jueces Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Luciano Gorini y Pablo Bertuzzi fue jurídicamente correcto. “Dejó escrito que hay una historia oficial de lo que pasó que el Estado reconoce –dijo De Luca–, a nosotros se nos dio la razón en casi todo lo que pedimos, y digamos que faltó decisión sobre el monto de las penas.”
La sentencia
Uno de los aspectos más objetados fue el monto de las penas. En todos los casos, el Tribunal dio menos años de lo que pidió la fiscalía y la querella representada por el colectivo Kaos. Para Bignone, que recibió 15 años, fiscales y querella pidieron 25. Para Mariani, que recibió 8 años, los fiscales pidieron 12 y la querella 25. Para Muiño, que recibió 13, los fiscales pidieron 20 y Kaos 25. Otro problema del fallo es que no consideró como agravante de los tormentos la condición de perseguidos políticos de las víctimas, una figura que había pedido la fiscalía.Fuera de eso, el fallo habilitó lecturas importantes para la historia de la causa. Una es el reconocimiento que el Estado hace por primera vez de lo que sucedió en el hospital. Otra, también simbólica, está atada a la condena a Muiño, porque al acusarlo los jueces también parecen reconocer la existencia del grupo SWAT y su desarrollo operativo. En palabras de la fiscalía, dentro del hospital funcionaron dos grupos de seguridad: uno periférico y otro que se hizo con más de diez personas que llegaron del Ministerio de Acción Social para llevar a cabo lo que llamaron “la guerra contra la subversión” y actuaron bajo las órdenes de la Fuerza Aérea encarnadas por el director. Ese fue el grupo SWAT. Hasta ahora ese grupo no estaba reconocido jurídicamente. Las defensas intentaron mostrarlo como laxo y un mero grupo de seguridad administrativo.
Otro de los puntos del fallo fue una orden para iniciar una investigación paralela sobre un odontólogo que terminó siendo jefe del servicio de seguridad. La persona declaró como testigo durante el juicio, pero ese día uno de los sobrevivientes lo reconoció como uno de los colaboracionistas del hospital.
Los antecedentes
La causa llegó al juicio oral definida por el trabajo de instrucción del juez Daniel Rafecas y del fiscal Federico Delgado. El expediente, que según los querellantes estuvo bien fundado ideológicamente, arrastró un problema que no se pudo resolver en la etapa oral: la ausencia de las acusaciones por homicidio y entonces, la imposibilidad de pedir prisiones perpetuas. Los fiscales pidieron al Tribunal Oral sumar a la acusación de tormentos y privación ilegal de la libertad, dos acusaciones por homicidios por los casos de Jacobo Chester y Jorge Roitman. Chester era un trabajador del hospital, secuestrado y cuyo cuerpo reapareció sin vida días después. Roitman todavía permanece desaparecido, pero su muerte fue conocida por los sobrevivientes, que dieron testimonio de ella. El Tribunal argumentó que eso debía haberse resuelto así en la instrucción.Al mediodía, los trabajadores y sobrevivientes del Posadas se subieron a un escenario levantado en la calle. Se escucharon las voces de Gladys Cuervo, Zulema Chester y el médico Apezteguía. Y luego las abogadas del colectivo Kaos decían: “Somos representantes de las querellas y siempre vamos a ir por más: si nuestros compañeros se hubiesen conformado con lo posible tal vez todavía estarían acá”. Alguien luego hacía los recuentos. “Ayer no teníamos nada –se oyó–: hoy tenemos tres, no nos vamos con las manos vacías.”
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-184472-2011-12-30.html
Homenaje a un ex juez
Homenaje a un ex juez
FANCHIOTTI SEGUIRA PRESO POR LOS ASESINATOS DE KOSTEKI Y SANTILLAN - Con perpetua confirmada
FANCHIOTTI SEGUIRA PRESO POR LOS ASESINATOS DE KOSTEKI Y SANTILLAN
Con perpetua confirmada
La condena había sido dictada el 10 de enero de 2006 por el Tribunal Oral 7 de Lomas de Zamora, que sentenció a prisión perpetua a Fanchiotti y Acosta por el doble homicidio de Kosteki y Santillán, en tanto que los policías Carlos Jesús Quevedo, Mario Héctor de la Fuente y Félix Osvaldo Vega recibieron una pena de 4 años de prisión por encubrimiento. Y Gastón Sierra, Lorenzo Colman y Francisco Robledo recibieron penas de entre tres años y 10 meses en suspenso.
Cuando ocurrieron los homicidios de Kosteki y Santillán, Fanchiotti era el jefe de patrullas de Avellaneda, y Acosta, su chofer, tenía el grado de cabo. Ambos fueron acusados, además, por otros intentos de homicidio en perjuicio de varios manifestantes heridos durante aquel operativo represivo.
Mientras el fiscal de Casación Carlos Altuve intentó confirmar los fundamentos de aquella condena, la defensa del ex comisario Fanchiotti no sólo aportó argumentos jurídicos, sino que también presentó “nuevas pruebas basadas en peritajes” para intentar revertir su sentencia. En principio, las fuentes consultadas confirmaron que no lo habría logrado.
Tampoco habrían tenido eco los pedidos de que el caso pase al fuero federal. Fue en ese fuero que no prosperó la otra denuncia, impulsada por la madre de Kosteki, contra los autores intelectuales de aquellos fusilamientos, con el ex presidente Eduardo Duhalde a la cabeza. “Me hicieron una cama, me abandonaron todos y me atribuyen toda la responsabilidad, estoy preso por orden directa de Duhalde”, se había quejado Fanchiotti cuando declaró en la Justicia Federal. Aunque ese expediente fue archivado, en aquella audiencia el ex policía había relatado que el día previo a la represión hubo una reunión en el Ministerio de Seguridad bonaerense en la que los jefes de Inteligencia fueron informados del plan “aplicar represión para restablecer el orden con precisión quirúrgica, para separar a los caceroleros de los piqueteros”. Fanchiotti contó que el jefe departamental de Lomas de Zamora, Félix Vega, sabía del plan y cuando quiso poner al frente del operativo a su segundo, Mario Mijín, el policía le dijo que “ni loco porque iba a haber quilombo”. Por eso terminó yendo él. Mijín apareció al poco tiempo suicidado.
En aquella oportunidad, Fanchiotti especuló con que el entonces canciller Carlos Ruckauf quería perjudicar a Duhalde y por eso envió “infiltrados” a la manifestación ¿Su responsabilidad? Dijo que no tuvo nada que ver, que la Prefectura también tiró balas de plomo ese día. “Salvaron a Vega (su jefe), que me usó y me abandonó; yo que creía que había cumplido con mi deber”, se lamentó el ex comisario.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-184476-2011-12-30.html
jueves, 29 de diciembre de 2011
MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA - 15 años de prisión para el último dictador
15 años de prisión para el último dictador
El centro clandestino "El Chalet" funcionó en el Hospital Posadas, que era controlado por una patota llamada "SWAT", que dependía de la Fuerza Aérea. El lugar fue intervenido el 28 de marzo de 1976, cuatro días después del golpe de Estado, por un comando que encabezaba Bignone, entonces delegado de la Junta Militar en el área de Bienestar Social, con tanques y helicópteros.
http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-184345-2011-12-29.html
El último golpe de Wikileaks: mapa identifica a las empresas que tienen al mundo bajo vigilancia
El proyecto “Un Mundo Bajo Vigilancia” de Wikileaks revela hasta en sus detalles qué sociedades son las que hacen miles de millones vendiendo sofisticados sistemas de vigilancias a los gobiernos |
27/12/11.-La última revelación del organismo que dirige Julian Assange desnuda el millonario negocio de las empresas de vigilancia que han convertido su negocio en la nueva industria de espionaje masivo que alimenta sistemas de inteligencia gubernamentales y privados. La última entrega de Wikileaks aporta los nombres de las compañías que en distintos países interceptan teléfonos, rastrean mensajes de texto, reconstruyen la navegación por Internet e incluso identifican por huellas vocales a individuos bajo vigilancia. Todo eso se hace en forma masiva con softwares que son vendidos a gobiernos democráticos y dictaduras.
Vea el mapa elaborado por Wikileaks “Un mundo bajo vigilancia”
Podría decirse que es una mala película, pero los sistemas de interceptaciones masivas fabricados por empresas occidentales y utilizados, entre otros objetivos, contra opositores políticos, son hoy una realidad. El 1 de diciembre Wikileaks comenzó la publicación de una base de datos con centenares de documentos provenientes de cerca de 160 empresas de inteligencia de la industria de la vigilancia de ciudadanos.
En colaboración con Budget Planet et Privacy International, así como con medios de comunicación de seis países –L’ARD en Alemania, Le Bureau of Investigative Journalism en Gran Bretaña, The Hindu en India, L’Espresso en Italia, OWMI en Francia y Washington Post en Estados Unidos– Wikileaks saca a la luz esta industria secreta cuyo crecimiento hizo explosión después del 11 de septiembre del 2001 y que representa miles de millones de dólares cada año.
Wikileaks ha publicado 287 documentos esta vez, pero el proyecto “Un Mundo Bajo Vigilancia” está lanzado y nuevas informaciones serán publicadas esta semana y el año que viene.
Las empresas internacionales de vigilancia están ubicadas en los países que disponen de las más sofisticadas tecnologías. Ellas venden su tecnología en todos los países del mundo. Esta industria está, en la práctica, no regulada. Las agencias de inteligencia, las fuerzas militares y las autoridades policiales son capaces de interceptar masivamente, sin ser detectadas y en el mayor de los secretos, los llamados telefónicos, tomar el control de los computadores, incluso sin que los proveedores de las redes de acceso se den cuenta o sin que ellos hagan algo para impedirlo. La ubicación de los usuarios puede ser seguida paso a paso si utilizan un teléfono celular, incluso si está apagado.
Los dossiers de “Un Mundo Bajo Vigilancia” de Wikileasks van más allá de la simplificación de “buenos países occidentales” exportando sus tecnologías a “malos países en vías de desarrollo”. Las sociedades occidentales venden también un vasto catálogo de equipamiento de vigilancia a las agencias de inteligencia occidentales.
En las historias clásicas de espionaje, las agencias de inteligencia -como la DGSE o el MI5- ponen bajo escucha los teléfonos de una o dos personas de su interés. Durante los últimos 10 años la vigilancia masiva se ha convertido en una norma. Sociedades de inteligencia, como VASTech, han vendido en secreto equipos que graban de manera permanente los llamados telefónicos de países enteros. Otros graban la posición de todos los teléfonos celulares de una ciudad, con una precisión de 50 metros. Sistemas capaces de afectar la integridad de personas de una población civil que utiliza Facebook o que posee un teléfono inteligente o smartphone están en venta en este mercado de inteligencia.
LA VENTA DE HERRAMIENTAS DE VIGILANCIA A LOS DICTADORES
Durante la primavera árabe, cuando los ciudadanos hicieron caer a los dictadores en Egipto y en Libia, ellos mismos descubrieron las cámaras de escuchas donde, con equipos británicos de Gamma, los franceses de Amesys, los sudafricanos de VASTech o los chinos de ZTE, seguían sus más mínimos movimientos en línea y por teléfono.Empresas de inteligencia tales como SS8 de Estados Unidos, Hacking Team de Italia y Vupen en Francia, fabrican virus (troyanos) que piratean los computadores y los teléfonos (incluso los iPhones, Blackberry y Android), tomando su control y grabando todos sus usos, movimientos e incluso las imágenes y sonidos provenientes de la pieza donde sus usuarios se encuentran. Otras sociedades, como Phoenexia en República Checa, colaboran con los militares para crear herramientas de análisis de la voz. Ellos identifican a los individuos y determinan su género, edad y nivel de estrés y así los siguen a través de sus “huellas vocales”. Blue Coat en Estados Unidos e Ipoque en Alemania, venden sus herramientas a los gobiernos de países como China e Irán para impedir que sus disidentes se organicen por Internet.
Trovicor una filial de Nokia Siemens Networks proveyó al gobierno de Bahrein de tecnologías de escucha que le permitieron seguir la pista del defensor de derechos humanos Abdul Ghani Al Khanjar. Detalles de conversaciones desde su teléfono celular personal, que datan de antes que fuera interrogado y golpeado durante el invierno del 2010 y 2011, le fueron mostrados.
EMPRESAS DE VIGILANCIA COMPARTEN SUS BASES CON ESTADOS
En junio de 2011, la N.S.A. inauguró un sitio en el desierto de Utha destinado a almacenar para siempre terabytes de las bases de datos tanto americanas como extranjeras, a fin de poder analizarlas en años futuros. Toda la operación tuvo un costro de US$ 1,5 millones.Las empresas de telecomunicaciones están dispuestas a revelar sus bases de datos sobre sus clientes a las autoridades del país que sea. Los principales titulares durante los estallidos de agosto en Gran Bretaña mostraron como el Research In Motion (RIM), que comercializa las Blackberry, propuso al gobierno identificar a sus clientes. RIM ha participado en negociaciones similares con los gobiernos de India, Líbano, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, proponiéndoles compartir sus bases de datos sacadas del sistema de mensaje de las Blackberry.
TRANSFORMAR LAS BASES DE DATOS EN ARMAS MATA INOCENTES
Existen múltiples empresas que comercializan actualmente software de análisis de bases de datos, transformándolos en poderosas herramientas utilizables por los militares y agencias de inteligencia. Por ejemplo, en bases militares de Estados Unidos, pilotos de la Fuerza Aérea utilizan un joystick y una señal de video para pilotear aviones no tripulados “Predator” durante las misiones de vigilancia en el medio oriente y en Asia Central. Estas bases de datos son accesibles a los miembros de la CIA que se sirven de ellas para lanzar misiles “Hellfire” sobre sus blancos.Los representantes de la CIA han comprado software que le permiten correlacionar instantáneamente las señales telefónicas y las huellas vocales para determinar la identidad y la ubicación de un individuo. La empresa Inteligence Integration Systems Inc. (IISI) cuya base está en el Estado de Massachusetts (EE UU), comercializa con ese objetivo un software “de análisis basado sobre la posición” llamado “Geospatial Toolkit”. Otra sociedad, Netezza, también de Massachusetts y que ha comprado este mismo software pretendiendo analizar su funcionamiento, le vendió una versión modificada a la CIA, destinada a equipar a los aviones pilotados a distancia.
IISI, que indica que su software tiene un margen de error de más de 12 metros, se querelló contra Netezza para impedir la utilización de este software. El creador de la sociedad IISI, Rich Zimmerman, declaró ante un tribunal que estaba “estupefacto y aturdido por el hecho de que la CIA planificara matar a personas con mi software que no funciona”.
UN MUNDO ORWELLIANO
En todo el mundo los proveedores de herramientas de vigilancia masiva ayudan a las agencias de inteligencia a espiar a los ciudadanos y a “grupos de interés” a gran escala.¿CÓMO NAVEGAR POR LOS DOCUMENTOS DE “UN MUNDO BAJO VIGILANCIA?
El proyecto “Un Mundo Bajo Vigilancia” de Wikileaks revela hasta en sus detalles qué sociedades son las que hacen miles de millones vendiendo sofisticados sistemas de vigilancias a los gobiernos, pasando por encima de las normas de exportación e ignorando en forma soberbia que los regímenes a los cuales ellos les venden sus productos son dictaduras que no respetan los derechos humanos.Para buscar en estos documentos haga un clic sobre el lugar escogido en el mapa a la izquierda de la página para obtener la lista por tipo, compañía, fecha o palabra clave.
Para visualizar estas sociedades sobre el mapa mundial, utilice la herramienta siguiente ubicada en OWMI:
Interactive Map: The United Nations of Surveillance
http://www.aporrea.org/internacionales/n195535.html
ESTELA DE CARLOTTO, PRESIDENTA DE ABUELAS DE PLAZA DE MAYO, DECLARO EN LA CAUSA POR APROPIACION DE NIñOS - “Hice lo que me decía el sentido común: buscar"
ESTELA DE CARLOTTO, PRESIDENTA DE ABUELAS DE PLAZA DE MAYO, DECLARO EN LA CAUSA POR APROPIACION DE NIñOS
“Hice lo que me decía el sentido común: buscar”
–Vengo nuevamente a pedirle algo –dijo Estela–. Ahora es por mi hija Laura, que no volvió, que la han secuestrado, detenido y quiero que no la maten.
Estela sabía qué es lo que estaba pasando en los centros clandestinos. Su marido había estado secuestrado durante 25 días en la División de Cuatrerismo antes de la desaparición de su hija. El había visto desfilar frente a sus ojos a los detenidos en filas mientras él mismo formaba parte de esa hilera. Les inyectaban algo en la espalda, los desmayaban o los mataban. Había escuchado preguntar a los guardias en qué bolsas ponían los cuerpos. Cuando lo liberaron, habló durante ocho horas sin parar, convencido de que estar con vida era un milagro.
En el Comando en Jefe, Bignone escuchó el pedido de Estela, pero le mintió. Le habló de los intentos de recuperar “a esa gente”. Y visiblemente enojado se quejó porque los liberados salían del país a denunciar.
–Quiero que no la maten –volvió a decir Carlotto–. Porque mi esposo vio, pero si mi hija para ustedes cometió un delito, júzguenla por ese delito, porque nosotros vamos a esperarla.
–¡De ninguna manera! –protestó él–. Acabo de volver de Uruguay, con las cárceles llenas de tupamaros y en esas cárceles, estas personas se fortalecen en sus convicciones... ¡Y hasta convencen a los guardiacárceles! Eso acá no lo queremos: acá hay que hacerlo así.
Estela entendió interiormente que a Laura la habían matado. “Si ya la mataron –le dijo–, devuélvanme el cuerpo porque no quiero volverme loca como las otras madres, buscando en los cementerios, en las tumbas NN.” Bignone le pidió, entonces, más datos: el apodo, señas personales. Le dijo que ya había hecho otra gestión con alguna otra madre y la despidió. Estela supo más tarde que esa otra madre era una de las personas que como ella lo habían conocido tiempo antes (en su caso, desde la niñez). Que fue a verlo para pedirle por uno de sus hijos. “Yo sé que vos no podés estar haciendo esto”, le dijo esa mujer. Pero él, ufanándose, le explicó lo contrario: “De ninguna manera: yo también con mis manos he matado a terroristas”.
Tierra arrasada
Apenas se sentó, Estela anudó su biografía familiar con la historia política de la Argentina, y en ella a los Falcone, el secuestro de la madrugada del 16 de septiembre de 1976, durante lo que después se recordó como La Noche de los Lápices.“La historia familiar comienza durante la dictadura del 24 de marzo del ’76”, explicó. En ese momento, su hija Claudia, la segunda, estaba casada con Jorge Falcone, el hermano de María Claudia Falcone, una de las estudiantes de 16 años que peleaban por el boleto estudiantil y a quien secuestraron esa noche de septiembre. Ahí se produjeron los primeros movimientos de la vida familiar. Claudia y Jorge pasaron a la clandestinidad; les habían allanado la casa, la destrozaron y robaron todo lo posible. “Fue la primera situación emergente en la que tomamos contacto con una realidad anunciada, por otra parte para nosotros era imposible entender que estos hechos se iban a producir. Yo había nacido en el ’30, me crié con dictaduras, era permanente la usurpación del poder. Y si bien en el ’55 conocimos las masacres, nunca nos imaginamos que íbamos a vivir una historia tan cruenta porque teníamos la inconsciencia de pensar que era una dictadura más.”
La Plata estaba arrasada. Había sido una ciudad movilizada, con estudiantes, profesores opositores, comunidades de base organizadas y gremios. Estela tenía otros tres hijos: Remo, Guido y Laura, la mayor. Ella hacía el profesorado de Historia y militaba en la Juventud Universitaria Peronista.
Laura permaneció en La Plata durante un tiempo. Se separó, se mudó. El 31 de agosto de 1977 toda la familia viajó a Buenos Aires. “Vinimos a reunirnos con Claudia y Jorge, que estaban casi clandestinos; queríamos estar juntos, regresamos a La Plata mi marido, Laura, mis hijos varones y yo y nos despedimos. Laura le pidió a su padre la camioneta para mudarse de domicilio.” Estela la vio en ese almuerzo por última vez.
Al otro día, Laura se llevó el rastrojero. Llegó la noche y, como no tenían noticias, el padre salió a buscarla. Pero tampoco él volvió. Estela llamó a un hermano con el que se fue a ese mismo lugar en su auto: “Nos encontramos con un panorama desolador: la casa estaba abierta, iluminada, las cosas tiradas, había gente llevándose las cosas que quedaban, seguramente eran rateros comunes, pero el aspecto era de una casa allanada”.
Al otro día, mientras recorría el barrio, encontró a una vecina. “¡No va a creer, señora! –le dijo la mujer–. ¡Fue terrible! Vinieron unos autos, invadieron todo, uno de los jóvenes salió y lo mataron y se llevaron a una pareja. Y a la noche tarde entró un señor mayor y cuando salió lo estaban esperando desde otro coche, lo detuvieron y se lo llevaron.”
Estela dijo: “Comencé haciendo lo que el sentido común me decía que tenía que hacer: buscar, buscar a Laura y a mi marido porque hasta ese momento no sabía nada de los dos. Recurrí a comisarías, regimientos; pregunté en hospitales porque él era diabético: en todos lados me dijeron que no había rastros; como éramos gente de iglesia busqué a Monseñor (Antonio). Recurrí a abogados. Mi esposo salió después de 25 días de torturas, de leer el diario todos los días para ver si aparecía alguien en el río o en algún otro lugar”.
Las cartas
Su marido salió con 14 o 15 kilos menos y marcas de tortura. Mientras permaneció desaparecido, Estela recibió una llamada de su hija, por la que supo, entonces, que a ella no se la habían llevado. Por si acaso, Laura entró en la clandestinidad. Se mudó a la Capital. Empezaron a tener códigos de contacto. Laura la llamaba una vez por semana al colegio inventando que era una amiga y le mandaba una carta. Estela recibió la última el 16 de noviembre de ’77, y ese día también la última llamada. La carta decía que iban a estar juntas en el verano, que iban a poder charlar con más tiempo en la playa. “Estoy más gorda”, le contó y también que estaba en pareja con un compañero. Diez días después, cuando no se produjeron más llamados, empezaron a buscarla. “Y ahí empieza en lo que a mí respecta la búsqueda. Pedí la jubilación anticipada para poder buscarla y ahí pido la segunda audiencia con Bignone.”Mientras Guido, su marido, había estado desaparecido, Estela había hecho algunos contactos que ahora intentaba repetir. Entre ellos, había conocido a un hombre de la derecha católica, profesor de La Plata, que siempre estaba vestido de negro, que le pidió 40 millones de pesos de un día para otro, para “limpiar” la guardia. Estela empeñó joyas, pidió dinero, vendió cosas. Y aunque nunca supo si con ese dinero consiguió salvarle la vida a Guido, ahora estaba dispuesta a ofrecer 150 millones por Laura.
Después llegó el encuentro con Bignone. Estela salió llorando. Estaba convencida de que a Laura la habían matado. El 31 de diciembre de ese año, sin embargo, les llegó un mensaje escueto y anónimo que decía que Laura y su compañero estaban bien, bajo las Fuerzas de Seguridad. En abril de 1978 volvieron a tener una noticia. Una persona llamada Elsa Campos se acercó al negocio de Guido para decirle que había estado con ella. Que en el lugar se oían ladridos de perros, el silbido de un tren, que había mucha gente y que Laura le había pedido que los fuera a ver para decirles que su embarazo ya llevaba seis meses. Que su bebé iba a nacer en junio. Que si era varón lo iba a llamar Guido. Que quería que para esa fecha fueran a buscarlo a Casa Cuna.
“Este mensaje fue como volver a vivir: no sólo estaba viva Laura, ¡y estaba esperando un niño!”
Estela empezó a conocer a otras madres en ese momento. Luego nacería la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo. La historia de la búsqueda de los nietos apropiados quedó para otro momento. El corte de luz hizo que el tribunal reprogramara su testimonio.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-165258-2011-03-31.html
El juez federal Daniel Rafecas procesó al jefe de la Armada en una causa por presunto “espionaje interno”
Se trata de Jorge Godoy. Se investiga la realización de esa práctica -al menos entre 2003 y 2006- en perjuicio de dirigentes sociales y políticos, incluido el seguimiento de actividades de organismos de derechos humanos. La medida alcanza a un ex subjefe.
SALADINO, DOMINGO FORTUNATO, desaparecido el 9/10/1978, genocidado
Nombre: SALADINO, DOMINGO FORTUNATO | ||||||
Fecha de desaparición: 09/10/1978 | ||||||
Nro. de legajo: 3456 | ||||||
54 A?OS |
http://www.sinolvido.org/detalle.jsp?id=4685
Enlaces
-Abuelas de Plaza de Mayo denunció al TOF Número 5
-Abuelas de Plaza de Mayo
-Madres de Plaza de Mayo - Linea Fundadora
-Asociación Madres de Plaza de Mayo
-Familiares de Desaparecidos y Detenidos por razones políticas
-H.I.J.O.S.
-A.P.D.H.
-C.E.L.S.
-L.A.D.H.
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-Represor renunciadoEgipto. Una revolución en curso
Por: Claudia Cinatti
A diez meses de las movilizaciones de enero-febrero de 2011 que derribaron al odiado dictador Hosni Mubarak, una tercera oleada de movilizaciones y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad sacudió las inmediaciones de la emblemática Plaza Tahrir. Esta nueva ola de protesta comenzó el 16 de diciembre cuando la policía militar intentó desalojar violentamente a un grupo de manifestantes que exigía la renuncia del primer ministro Kamal Ganzouri y del gobierno del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA).
Durante cinco días una multitud compuesta por jóvenes, mujeres y trabajadores resistieron la feroz escalada represiva del régimen militar que dejó un saldo provisorio de 14 muertos y más de 800 heridos.
Las imágenes de soldados arrastrando a una mujer, golpeándola en el piso y desnudándole el torso, terminaron por hacer estallar la bronca popular. El 20 de diciembre alrededor de 10.000 mujeres marcharon por las calles del Cairo para repudiar el accionar del ejército y exigir el fin del gobierno del CSFA. Según la crónica del diario New York Times, los historiadores consideran que esta movilización que unió a mujeres islamistas y laicas fue “la mayor manifestación de mujeres en la historia egipcia moderna, la más significativa desde que una marcha en 1919 contra el colonialismo británico inauguró el activismo femenino en el país y una rareza para el mundo árabe” (NYT, 21-12-11). Indudablemente, la entrada en escena de las mujeres, un sector tradicionalmente oprimido, es expresión inconfundible de la profundidad del proceso revolucionario. Una vez más, el intento de aplastar por medios militares a los sectores de vanguardia que permanecen en la Plaza Tahrir, separándolos de las amplias masas, terminó fracasando. Ante la contundencia de las imágenes que muestran los abusos y la violencia represiva, la política del ejército de acusar a los manifestantes de “infiltrados de Mubarak” y “contrarrevolucionarios” se fue diluyendo. La contundencia de las mujeres movilizadas y el mensaje del gobierno de Estados Unidos, su principal aliado y sostén, que a través de Hillary Clinton les hizo saber que se estaban pasando de la relación de fuerzas, llevó a que retrocedieran coyunturalmente. El CSFA intenta proseguir “normalmente” con una nueva fase de las elecciones legislativas, que se reiniciaron el 21 de diciembre, aunque según los medios locales, con una participación mucho menor que las dos elecciones anteriores. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para cerrar la crisis. Para el viernes 23 está convocada una nueva movilización masiva, mientras tanto siguen los enfrentamientos y las protestas.
Las últimas movilizaciones estallaron a solo un mes de que decenas de miles de egipcios salieran a las calles contra el intento del ejército de perpetuarse, mediante “cláusulas supraconstitucionales” que le garantizan derecho a veto, como la principal institución del Estado y el régimen, permitiendo, en el mejor de los casos, el establecimiento de una democracia tutelada como cobertura del poder militar. Estas movilizaciones de mediados de noviembre dejaron un saldo provisorio de 42 muertos y unos 2.000 heridos en violentos enfrentamientos con la policía militar protagonizados principalmente por una alianza de jóvenes de clase media y jóvenes trabajadores y plebeyos a los que la prensa bautizó como los “soldados de la Plaza Tahrir”, que mostraron una organización superior para resistir los embates de la represión que la que se vio durante las jornadas de enero. Incluso algunos medios hablan del desarrollo de “comités populares”, aunque con un programa limitado de exigir la renuncia del CSFA y la transferencia del poder a un “gobierno civil de salvación nacional”.
Esta respuesta de masas derrotó la línea represiva del régimen, que si bien mantuvo una fuerte presencia policial y militar, trató de evitar que la represión estatal terminara desatando un proceso de movilización aun más masivo y radicalizado. Tras la renuncia del gobierno civil títere de E. Sharaf, la Junta Militar selló un pacto con la Hermandad Musulmana, la principal organización político-religiosa burguesa del país, para salir de la crisis ofreciendo concesiones mínimas, como adelantar un año las elecciones presidenciales, para sostener las elecciones legislativas del 28 de noviembre, pero sin ceder a las demandas centrales del movimiento de masas. Aunque siguieron las movilizaciones no alcanzaron para derrotar el plan de la Junta Militar, que inició el proceso electoral como estaba previsto. Una de las debilidades de las protestas de noviembre fue que no intervino la clase obrera organizada, que fue decisiva en la caída de Mubarak.
El rol contrarrevolucionario del Ejército al descubierto
Tras la caída de Mubarak, el Ejército jugó un rol clave para detener la movilización revolucionaria, usurpando el triunfo popular y transformándose en el artífice de una supuesta “transición” hacia un régimen democrático burgués, política que contó con el aval del gobierno de Estados Unidos. Esto fue posible porque las Fuerzas Armadas conservan algo de su prestigio por su pasado “nacionalista”, porque el Ejército no fue el eje de la represión durante las movilizaciones sino que posó de “amigo del pueblo”, evitando de esa manera una fractura en sus filas y porque, producto de esta ubicación, logró la confianza de alrededor del 80% de la población. Además, la Hermandad Musulmana, la principal organización político-religiosa del país, a la que pertenecen sectores de la burguesía local, actuó como sostén del gobierno del CSFA, lo que provocó la ruptura de gran parte de su juventud (1).
Estas ilusiones en que el Ejército podía jugar un rol progresivo se fueron disipando. Entre otras medidas, el CSFA mantuvo la ley de emergencia, sancionó una legislación que prohíbe las huelgas y la organización sindical, detuvo a unos 12.000 activistas que fueron juzgados por tribunales militares, torturados y muchos de ellos condenados. Aunque ensayó algunos gestos políticos de mayor autonomía (permitió que pasaran por el Canal de Suez barcos iraníes, lo que no ocurría desde 1979, momento en que se rompieron las relaciones diplomáticas entre ambos países) mantuvo los compromisos internacionales como el acuerdo de paz con el Estado de Israel y su rol de policía hacia el pueblo palestino.
Con las Fuerzas Armadas en el gobierno, amplios sectores de masas hicieron la experiencia de que la política del CSFA era mantener la mayor continuidad posible con el régimen de Mubarak y conservar su rol como pilar del Estado y del régimen al servicio de preservar los intereses económicos y políticos de la clase dominante local y el imperialismo.
La brutal represión, en particular el abuso y ataque contra manifestantes mujeres, puso más en evidencia el rol del CSFA y hace que los enfrentamientos y las demandas sean más radicalizadas. Quizás por esto el diario New York Times le aconseja a Obama, lo que lo llevó a pedir el retiro del CSFA del gobierno.
Un intento de desvío no consolidado
La estrategia de la Junta Militar, apoyada por Estados Unidos y otras potencias imperialistas, es tratar de ir desviando el proceso poniendo en marcha un calendario electoral complicado y extendido que durará al menos hasta marzo, con la promesa de realizar elecciones presidenciales en junio de 2012. Por eso era muy importante para el régimen realizar las elecciones del 28 de noviembre para desmovilizar y lograr recuperar algo de legitimidad.
La participación en las dos primeras rondas de las elecciones, que en promedio se ubicó en un 62%, objetivamente mostró que a nivel de masas hay ilusiones en los mecanismos de la democracia parlamentaria para ir desplazando, de manera gradual, el poder militar, aunque algunos analistas dicen que por ser el voto obligatorio y tener multa quienes no van a votar no es muy significativo. Sin embargo, la presunción de que en la tercera ronda electoral -que coincide con las movilizaciones de diciembre- la concurrencia fue mucho menor podría estar indicando los límites de estas ilusiones cuando se chocan con la represión en las calles. Hasta el momento los resultados electorales favorecen ampliamente a los partidos islamistas: el Partido de la Justicia y la Libertad (Hermandad Musulmana) obtendría alrededor del 40% de los votos y el Partido Al Nour ligado al islam salafista (una versión religiosa más extrema que tiene como ejemplo a Arabia Saudita) un 25%.
Si bien los partidos religiosos no son hegemónicos en las movilizaciones, es decir, que aunque participa su base no imponen su programa (en esto se diferencia de la revolución iraní de 1979, en la que el clero jugó un rol más importante y terminó imponiendo a Komeini) éstos tienen un importante peso cuando intervienen las masas y los sectores más atrasados.
Los partidos liberales del Bloque Egipcio quedaron relegados a un tercer lugar. Mientras que la Alianza la Revolución Continúa (formada por los movimientos juveniles de la Plaza Tahrir) quedó sexta en la mayoría de los distritos.
En gran medida el sistema electoral está diseñado para favorecer a organizaciones con un aparato y una red de financiación propia como la Hermandad Musulmana ya que no hay financiación estatal de los partidos políticos.
Aparentemente el plan para la “transición”, que contaría con el respaldo de Estados Unidos, es ir a un régimen similar al de Turquía, en el que el ejército conserva un gran poder y es el garante de mantener controlado al islamismo político, aunque circunstancialmente gobiernen partidos islámicos moderados como el actual Partido de la Justicia y el Desarrollo (con este esquema Turquía se mantuvo en la órbita norteamericana, con un acuerdo con Israel, aunque recientemente hay un cambio significativo de esta ubicación). Este “modelo turco” también estaría planteado en Túnez, donde el principal partido islamista viene de ganar la mayoría de las bancas en las elecciones constituyentes.
Sin embargo, ya hay quienes señalan que este “modelo turco”, privado de su éxito económico, perdería todo atractivo (2). No está claro aun hasta dónde podrá avanzar este intento del Ejército de legitimar un régimen donde siga siendo el principal resorte del poder. Todo indicaría que, por una combinación de factores objetivos y subjetivos que desarrollaremos a continuación, estamos ante un proceso revolucionario profundo para el cuál no vemos posibilidades de estabilizar un desvío reformista relativamente fácil, a la manera en que se implementó la política de “reacción democrática” en América Latina en la década de los ’80 que puso fin a las dictaduras militares que se habían impuesto tras la derrota del ascenso de los ’70.
El proceso egipcio como punto de inflexión en la lucha de clases
En la editorial de la revista Estrategia Internacional Nº27 definimos que, tras un período de 30 años de restauración burguesa, la oleada de movilizaciones en el norte de África y el mundo árabe contra regímenes pro-imperialistas, dictatoriales o despóticos anunciaba el inicio de un nuevo ciclo de la lucha de clases. Como analogía histórica lo comparábamos con la “primavera de los pueblos” de 1848, señalando el límite de que, a diferencia del siglo XIX, estamos en la época imperialista, de crisis, guerras y revoluciones, y con una clase obrera que ha pasado la experiencia de la revolución y la contrarrevolución del siglo XX. Si bien por las décadas de retroceso de la clase obrera y la crisis del marxismo revolucionario nuestra visión es que estos procesos serán más tortuosos, a diferencia de otros momentos, también serán más difíciles de contener en el marco de una crisis histórica capitalista, comparable en su significado a la crisis de 1930, y de una decadencia hegemónica norteamericana que hace que la situación internacional sea más convulsiva.
Transcurrido un año desde que hicimos esa definición, en la que aun dejábamos abierto los contornos precisos que podría tomar este nuevo ciclo ascendente de la lucha de clases, podemos decir que por una combinación de factores la situación más avanzada se está dando en Egipto, donde creemos que se ha abierto la primera revolución del siglo XXI.
Entre estos factores los determinantes están:
a) La crisis capitalista
Los motores de la primavera árabe en general y de Egipto en particular son profundos y articulan demandas estructurales económicas -como el salario, el empleo, la obscena desigualdad social- con demandas democráticas -el fin del régimen militar, la expulsión de los personeros del viejo régimen de los puestos gerenciales de las empresas, etc.-.
En Egipto las masas se han rebelado contra las condiciones impuestas por el giro neoliberal que, si bien se inició con la apertura económica bajo el gobierno de Sadat en la década del ‘70, se profundizó de manera decisiva con los planes del FMI implementados por Mubarak desde mediados de la década del ’90 y dio un salto a partir de 2004. Entre otras medidas, se privatizó gran parte de la industria estatal, se revirtieron medidas agrarias que habían favorecido a sectores campesinos pobres permitiendo la vuelta del latifundio, se incrementó la precariedad laboral y creció la cantidad de pobres urbanos que, por millones, habían fluido a las grandes ciudades a principios de la década del ‘70. La cúpula del Ejército resultó ampliamente beneficiada con estas medidas y se quedó progresivamente con el control de entre el 20 y el 30% de la economía. El deterioro en el nivel de vida de los asalariados y la desigualdad social obscena que se fue consolidando en las últimas tres décadas ya habían llevado a duras experiencias de huelgas bajo la dictadura de Mubarak (2006 y 2008).
Estas condiciones se agravaron con las consecuencias de la crisis económica mundial, que llevó a un proceso inflacionario que se sintió en la canasta básica, debido a la suba internacional de los precios de las materias primas que Egipto está obligado a importar, combinado con la baja de los subsidios estatales. Ya en 2008 la suba del precio del pan derivó en una “revuelta del hambre” a la que muchos analistas compararon con el proceso de radicalización de los años ’70. Según estimaciones extraoficiales la desocupación llega al 24% y la mitad de la población vive con menos de U$S 2 diarios (entre ellos buena parte de los empleados públicos). En contraste, Egipto es el país con mayor cantidad de multimillonarios del continente africano (7 de 40) según la revista Forbes.
A pesar de que algunas potencias imperialistas tuvieron la política de condonar una parte de la deuda y hacer un plan de ayuda financiera, por las condiciones más generales de crisis económica, que golpea fuertemente las economías centrales, no hay posibilidades de poner en marcha un plan que permita hacer concesiones significativas. Por dar solo un ejemplo, a cambio del apoyo de Egipto a la primera guerra del Golfo Estados Unidos condonó unos U$S 7.000 millones de la deuda; este año lo que ofreció fue una garantía para préstamos por U$S 1.000 millones.
b) El lugar de Egipto en el esquema regional de dominio imperialista
Egipto es el país más importante del mundo árabe, con una población de alrededor de 82 millones de habitantes y una estructura de clases moderna, surgida de diversos procesos de industrialización y urbanización emprendidos a comienzos de la década del ‘50 y desarrollados durante los años de Nasser, que transformaron su estructura anterior predominantemente rural. Aunque el sector agrario sigue teniendo mucho peso, la clave son las grandes ciudades como El Cairo o Alejandría. El bonapartismo nasserista era reaccionario hacia el proletariado egipcio, prohibiendo su organización independiente (era un régimen basado en el Ejército y en un partido único), pero en el escenario internacional lideraba el bloque antinorteamericano y antisionista. Producto de esta ubicación Egipto había sido un actor central en las cuatro guerras árabes más importantes contra el Estado de Israel (1948-49; Suez en 1956, Guerra de los Seis Días en 1967 y Guerra de Yom Kipur en 1973).
Nasser fue uno de los principales impulsores del Movimiento de Países No Alineados y, luego de la derrota en la Guerra de los Seis Días, estrechó sus relaciones políticas y militares con la Unión Soviética.
Esta ubicación empezó a cambiar tras la guerra de Yom Kipur, bajo la presidencia de su sucesor A. Sadat, quien en 1978, bajo el auspicio del presidente norteamericano Jimmy Carter, firmó la paz con el Estado sionista. De esta manera Egipto se transformó en una de las piezas clave del dispositivo de seguridad norteamericano en Medio Oriente, lo que compensó en cierto sentido la pérdida de Irán como aliado fundamental del imperialismo norteamericano tras la revolución de 1979.
Desde entonces el régimen egipcio basado en un partido único (bajo Mubarak el Partido Nacional Democrático) y en el poder militar ha venido garantizando la estabilidad regional y la seguridad del Estado de Israel. Por esto mismo es el segundo receptor de ayuda financiera de Estados Unidos, después de Israel (el tercero es Colombia). Entre otros servicios, mantiene cerrada la frontera con la Franja de Gaza, lo que contribuye al ahogo y al aislamiento del pueblo palestino, a la vez que ejerce un poder coercitivo sobre Hamas (este rol lo jugaba fundamentalmente O. Suleiman, el hombre de elección de Washington a la caída de Mubarak que no pudo permanecer en el poder por presión del movimiento de masas).
Si bien una de las debilidades que tienen los procesos árabes de conjunto es que no levantan como demanda central la lucha contra el imperialismo y el Estado sionista, la gran mayoría de la población se opone a la injerencia norteamericana y es profundamente antiisraelí. Una expresión de esto fue el ataque contra la embajada israelí en El Cairo en septiembre que desató una aguda crisis diplomática.
La intervención de la OTAN en Libia y la política represiva sostenida por aliados norteamericanos como Arabia Saudita en Bahrein no fue suficiente para revertir la relación de fuerzas y estabilizar la situación.
c) El carácter dictatorial del régimen y el rol del Ejército
A diferencia de las luchas en países con regímenes democrático burgueses, que cuentan con mediaciones políticas y sindicales con una influencia más sólida en el movimiento de masas, en Egipto las masas enfrentan un régimen totalitario, una dictadura en la que el Ejército concentra el poder del Estado, del régimen y ahora también del gobierno, luego de la caída de Mubarak y la disolución del partido de gobierno -la otra burocracia estatal con control de órganos de seguridad especial que garantizaba el orden-.
La esencia de este esquema de dominio, heredado de la etapa del bonapartismo sui generis de Nasser transformado luego en un bonapartismo completamente reaccionario y proimperialista, es innegociable tanto para la burguesía egipcia (a la que pertenece la cúpula del Ejército) como para el imperialismo. Tras la caída de Mubarak se está configurando un escenario en el que el islamismo de la Hermandad Musulmana, una organización que cuenta entre sus filas a sectores importantes de la burguesía y dice abiertamente defender la “economía de libre mercado”, aunque presenta ciertas contradicciones al imperialismo y al Ejército, emerge como potencial garante de la estabilidad de un régimen de democracia tutelada.
En este escenario las demandas democráticas se entrelazan con las reivindicaciones económicas, como sucede en varias de las huelgas obreras, y hace concreta la necesidad de articular un programa transicional.
d) La dinámica de las clases
En el levantamiento de enero-febrero de 2011, aunque no fue hegemónica, la intervención de la clase obrera se sumó de hecho al bloque de la Plaza Tahrir compuesto fundamentalmente por jóvenes de las clases medias, desocupados y pobres urbanos, y fue decisiva para acelerar la caída de Mubarak. De haber persistido esta situación se podría haber desarrollado la tendencia (ya presente) hacia una alianza de clases entre los trabajadores y la juventud. Justamente el Ejército forzó la renuncia de Mubarak para evitar esta perspectiva.
Luego de la caída de Mubarak las clases tomaron una dinámica divergente, lo que ocurre casi como ley en todo proceso revolucionario: la clase obrera continuó una oleada de huelgas y ocupaciones que combinaban demandas económicas y políticas y en sectores avanzados se aceleró el proceso de organización de sindicatos independientes y la liquidación de los sindicatos y la central obrera mubarakista. Las clases medias, a excepción de sectores de vanguardia, apoyaron mayoritariamente a la Junta Militar ejerciendo una fuerte presión sobre los trabajadores para que abandonen la lucha y así garantizar la “transición”. Esta fue la base social para la política represiva del régimen (ataque a la vanguardia, leyes antiobreras, persecución a la minoría de cristianos coptos, etc.).
Pero, a pesar de la prohibición de las huelgas, éstas siguieron desarrollándose. Según una nota reciente sobre la situación de la clase obrera (3), el punto más alto de esta oleada de huelgas se registró en septiembre, con la participación de alrededor de 750.000 trabajadores, principalmente docentes, trabajadores de la salud, del transporte y de refinerías de azúcar. Estas acciones fueron convocadas por sindicatos independientes y en algunos casos tuvieron alcance nacional. Las demandas de los trabajadores van más allá del pago o el aumento del salario. Enfrentan la precarización laboral, reclaman la renacionalización de empresas privatizadas e incluyen demandas populares como el derecho a la educación y la salud.
Éstos son síntomas de que, si bien en las últimas movilizaciones de noviembre y diciembre la clase obrera no jugó un rol central, evidentemente es un actor político fundamental que está haciendo una experiencia acelerada. Tanto el régimen militar como las variantes políticas burguesas que se preparan para asumir el poder perciben el peligro latente de una potencial alianza obrera y popular.
Una etapa revolucionaria
Con la caída de Mubarak, nuestra corriente definió que estábamos ante los inicios de un proceso revolucionario y que la asunción del gobierno de la Junta Militar no resolvía por sí misma a su favor la relación de fuerzas, aunque la instalación de este gobierno de “transición” basado en el prestigio que mantenía el Ejército por no haber sido el eje de la represión durante los 18 días de movilización había fracturado el bloque de clases que llevó a la caída de Mubarak (4).
La dinámica que tomaron los acontecimientos en estos diez meses confirma que se abrió una etapa revolucionaria prolongada que, con las diferencias del caso, podemos comparar al ciclo de luchas que en diversos países dieron lugar al ascenso de 1976-81 (como el Cordobazo en Argentina), aunque desde el punto de vista de la crisis histórica del capitalismo las condiciones se asemejan más a los años ’30.
Con esto queremos decir que el proceso revolucionario egipcio es superior a las jornadas revolucionarias como las del 19 y 20 de diciembre de 2001 en Argentina, las de febrero/octubre de 2003 en Bolivia, o antes las jornadas que derribaron la dictadura de Suharto en Indonesia en 1998. Pero no se trata de un proceso similar a la Revolución Rusa de 1917 que, entre febrero y octubre, llevó a la toma del poder por parte del proletariado. En el momento de la caída de Mubarak hemos diferenciado este proceso de la “revolución de febrero” principalmente porque no ha dividido al ejército ni ha dado organismos de doble poder obrero y, aunque la clase obrera intervino, no fue hegemónica (5).
Nuestra hipótesis es que probablemente estemos ante un proceso análogo al de la Revolución Española, que se abrió en 1931 con la caída del Rey Alfonso y se cerró con la derrota de la Guerra Civil en 1939. Es decir que estamos ante un proceso con ritmos prolongados, en gran medida por la debilidad subjetiva y, sobre todo, por la ausencia de una dirección revolucionaria, que puede pasar por diversas situaciones -electorales, de retroceso, etc.- antes de que se resuelva en uno u otro sentido.
Para Trotsky era fundamental para definir la política poder determinar con la mayor precisión posible los ritmos de desarrollo de una revolución, aunque en el caso de períodos prolongados esos ritmos no se pueden prever más que interpretando correctamente los síntomas de la lucha de clases y los fenómenos políticos en función de las experiencias que hagan las masas (6). Al inicio de la Revolución Española Trotsky tomaba los elementos objetivos y subjetivos que hacían prever que sus ritmos iban a ser más lentos que los de las revoluciones rusas de febrero/octubre de 1917. Entre los objetivos, el elemento decisivo en la dinámica de la Revolución Rusa era la guerra que había aumentado las penurias de las masas campesinas y obreras acelerando el proceso revolucionario. Desde el punto de vista subjetivo la gran diferencia era que el proletariado y las masas campesinas rusas habían tenido su “ensayo general” revolucionario en 1905 y que existía el Partido Bolchevique, elementos con los que no contaban las masas españolas. Este desarrollo más lento también daba más tiempo para la construcción de un partido obrero revolucionario.
Salvando las distancias, creemos que podemos aplicar el método de Trotsky para el proceso revolucionario egipcio: como en el caso de la Revolución Española no hay guerra pero la crisis económica es comparable con la crisis de los ’30. El proletariado egipcio es mucho más débil, desde el punto de vista subjetivo, que lo que era la clase obrera española y, como en el caso de España, tampoco tiene un “ensayo general” revolucionario próximo en el tiempo que permita, como decía Trotsky de la clase obrera rusa, “recorrer un camino conocido”.
En 2001 habíamos planteado que las jornadas del 19 y 20 de diciembre en Argentina habían abierto una etapa revolucionaria con “ritmos españoles”. Sin embargo, retrospectivamente, corregimos esa definición ya que fueron desviadas por la rápida recuperación de la economía, ligada a la devaluación y a la suba del precio de las materias primas y la preservación del PJ como partido de la contención, lo que facilitó el proceso político de desvío con el surgimiento del kirchnerismo.
En el caso de Egipto, por los elementos que señalamos en el punto anterior, no vemos posibilidades de salidas reformistas “a lo Kirchner” más que cierto maquillaje del poder del CSFA tras alguna forma de democracia burguesa tutelada por el poder militar. Esta realidad es la que expresaban justamente las normas supraconstitucionales y las propias declaraciones del jefe del Ejército, el mariscal Tantawi que admitió sin tapujos que más allá de la constitución que se vote, el Ejército va a continuar jugando el mismo rol de siempre, es decir, ser el garante del poder burgués y del imperialismo.
Que hablemos del inicio de una revolución no quiere decir, de ninguna manera, que tiene asegurado el triunfo ni que no sea posible a través de diversos mecanismos, como la cooptación combinada con represión selectiva, ir agotando las fuerzas de las clases que intervienen.
Probablemente por debilidad subjetiva y por la ausencia de una organización revolucionaria esto sea lo más probable. Pero sería un error confundir los procesos de la lucha de clases con sus resultados.
Al inicio del proceso afirmábamos que la caída de Mubarak marcó el inicio y no el fin del proceso revolucionario. El desarrollo de los acontecimientos está demostrando que ninguna de las demandas democráticas y estructurales profundas del movimiento de masas puede ser resuelta en los estrechos marcos del capitalismo y que es necesario no sólo tirar un gobierno reaccionario sino destruir el Estado burgués y las relaciones sociales de explotación en las que se basa y a las que defiende.
Para derrotar los intentos contrarrevolucionarios del Ejército, la burguesía egipcia y el imperialismo es necesario forjar la alianza obrera y popular para preparar una huelga general insurreccional que tire abajo el gobierno militar y abra el camino a un gobierno de los trabajadores y el pueblo.
Notas:
(1) Fue fundada en 1928 en el contexto del dominio colonial británico y la desaparición del califato otomano, abolido por K. Ataturk en 1924 que transformó a Turquía en una república laica. Adquirió características de una organización de masas en la década de 1940 por su rol contra el colonialismo británico y por su extensa red de asistencia social. Al comienzo la Hermandad Musulmana apoyó el golpe de los Oficiales Libres pero al poco tiempo rompió con Nasser, quien luego de sufrir un atentado, detuvo y ejecutó a sus principales dirigentes, incluido S. Qotb. Bajo Sadat y Mubarak tuvieron una existencia semilegal a cambio de no atacar ni al gobierno ni al estado, como organización le servía al régimen para intentar controlar la radicalización de estudiantes y trabajadores y la influencia del partido comunista y la izquierda nacionalista. Esta moderación produjo rupturas en sus filas y permitió que se fortalecieran grupos más radicales, entre ellos quienes asesinaron a Sadat. En las movilizaciones actuales la Hermandad Musulmana viene actuando como contención limitando los procesos de radicalización. Gran parte de su juventud rompió debido a esta orientación conservadora y fundó el partido Corriente Egipcia que participa regularmente en las movilizaciones e integra la coalición que agrupa a las organizaciones surgidas de la Plaza Tahrir.
(2) M. Davis, Spring Confronts Winter, New Left Review 72, Nov-Dec 2011
(3) A. Alexander, The strike wave and the crisis of Egyptian state, Ahram Online, 16 de diciembre de 2011.
(4) Perspectivas del proceso revolucionario en Egipto, EI Nº 27, marzo de 2011.
(5) Refiriéndose a esta comparación, B. Kagarlitsky plantea que a diferencia de febrero de 1917, en Túnez o en Egipto “bajo la presión de las multitudes el sistema de instituciones estatales fue sacudido pero ahsta ahora se mantiene en pie. Si hay un “octubre árabe” aquí, la analogía no es con octubre de 1917 sino con el Manifiesto de Octubre del zar Nicolás II en 1905. En Rusia en octubre de 1905 el viejo régimen se vio obligado a otorgar libertades al pueblo, pero no tenía ninguna intención de entregar el poder. Mientras tanto, las reformas sociales y económicas ni siquiera estaban oficialmente en la agenda, aunque estaba implícitas en las demandas planteadas por la población”. Reflections on the Arab Revolutions, Links, 30-11.
(6) L. Trotsky, Escritos sobre España, La revolución española y sus peligros, 28 de mayo de 1931.
Internacional
Fuente: http://www.pts.org.ar/spip.php?article19891
"El 23-F" ("El Tejerazo" en España)
Como militar de más alta graduación allí presente y como vicepresidente del gobierno, el teniente general Gutiérrez Mellado se levantó y, dirigiéndose al teniente coronel Tejero, increpó a los asaltantes, pidiendo explicaciones y ordenándoles que depusieran las armas. Tras un brevísimo forcejeo y para reafirmar su orden, Tejero efectúa un disparo que es seguido por unas ráfagas de los subfusiles de los asaltantes. Sin inmutarse, con los brazos en jarras, el anciano general soporta el sonido de las armas. Mientras la mayor parte de los diputados han obedecido las órdenes de Tejero, el diputado Carrillo y el presidente Suárez se mantienen sentados en sus escaños. Suárez incluso hace un gesto para ayudar a Gutiérrez Mellado. Durante el asalto, un ayudante de uno de los diputados sufrió un ataque de ansiedad y golpeó a un presente en la nariz." (...)
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Golpe_de_Estado_en_Espa%C3%B1a_de_1981
Enlaces
-España evoca el “Tejerazo”, a 30 años del golpe a la democracia
MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA - El veridicto para el último dictador
El veridicto para el último dictador
Bignone fue el último presidente de facto de la dictadura y estuvo en el cargo desde el 1 de julio de 1982, tras la guerra de Malvinas, hasta el 10 de diciembre de 1983, cuando asumió Raúl Alfonsín en el regreso de la democracia. En su breve gestión dispuso por decreto la destrucción de documentos sobre la represión ilegal y dictó la ley de autoamnistía por la cual se perdonaban los crímenes perpetrados por los militares.
El centro clandestino "El Chalet" funcionó en el Hospital Posadas, que era controlado por una patota llamada "SWAT", que dependía de la Fuerza Aérea. El lugar fue intervenido el 28 de marzo de 1976, cuatro días después del golpe de Estado, por un comando que encabezaba Bignone, entonces delegado de la Junta Militar en el área de Bienestar Social, con tanques y helicópteros en busca de presuntos guerrilleros. El veredicto estará a cargo de los jueces Pablo Daniel Bertuzzi, Rodrigo Giménez Uriburu y Jorge Luciano Gorini.
http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-184345-2011-12-29.html
MEDIDA CONTRA EL REPRESOR AMELONG - Matrícula suspendida
Matrícula suspendida
El titular del Colegio de Abogados rosarino, Ignacio Del Vecchio, explicó que los integrantes del Tribunal de Etica volverán a reunirse en 10 de febrero para definir si la anulación de la matrícula de Amelong será definitiva. Del Vecchio analiza presentar, además, un recurso de inconstitucionalidad ante la Cámara de Apelaciones en lo Penal y recurrir a instancias superiores. Si es necesario llegará hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación por el tema.
De acuerdo con el titular del Colegio, para la suspensión de la matrícula del represor el Tribunal analizó la condena a prisión perpetua que pesa sobre Amelong por delitos de lesa humanidad, que aún no está firme porque fue apelada por su defensor.
En cuanto a la resolución de la Cámara Penal de Apelaciones que levantó la suspensión de la matrícula porque el caso no había sido analizado por el Tribunal de Etica del Colegio, Del Vecchio aclaró que “lo que hizo el directorio fue cancelar la matrícula y no suspenderla”.
El presidente del Colegio del foro local agregó que la determinación se tomó “no en base al caso concreto de la condena por delitos de lesa humanidad, sino en función de que los integrantes del directorio entendimos que el doctor Amelong no reunía los estándares mínimos para el ejercicio de la profesión en forma decorosa”.
“Nosotros somos un ente público no estatal y como tal la ley especifica que tenemos que velar por el decoro del foro”, abundó Del Vecchio con respecto a la decisión de Colegio de Abogados de Rosario.
Amelong fue condenado el año pasado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura en una causa que ventiló los pormenores del terrorismo de Estado en los centros clandestinos de detención que funcionaron en la ex Fábrica Militar de Armas Domingo Matheu de Rosario y en la denominada Quinta de Funes.
El fallo del Tribunal Oral Federal Nº 1 de Rosario condenó también en aquella oportunidad al ex teniente coronel Oscar Pascual Guerrieri, al ex mayor Jorge Fariña y a los agentes civiles de inteligencia Walter Pagano y Eduardo Costanzo.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-184374-2011-12-29.html
miércoles, 28 de diciembre de 2011
FILMUS PRESENTA UN PROYECTO DE LEY PARA DEROGAR EL “AVENIMIENTO” - “Es una rémora machista”
FILMUS PRESENTA UN PROYECTO DE LEY PARA DEROGAR EL “AVENIMIENTO”
“Es una rémora machista”
Para Filmus, los “peros” de la actual norma están errados de base. “No existe igualdad ni al momento de la violación ni cuando se pide el avenimiento”, explicó a Página/12. “Cerca del 80 por ciento de las violaciones se producen en la propia familia, con situaciones de relación amorosa. Al momento de pedir el avenimiento, pesan presiones culturales, familiares o que tienen que ver con una situación de desigualdad de la pareja. Formas que no son necesariamente la violencia física, por ejemplo, la manutención propia y de los hijos o las consecuencias psicológicas del abuso.”
En el caso de Carla Figueroa, el Tribunal de Impugnación de La Pampa otorgó el 2 de diciembre el avenimiento a Marcelo Tomaselli, que la mataría al sexto día de libertad. En el fallo emitido por el juzgado se apuntaba que la joven no había recibido ningún tratamiento psicológico y se encontraba “prácticamente desamparada a nivel emocional, sin ningún tipo de protección o resguardo por parte de su círculo familiar y social”. Figueroa sufrió a los ocho meses de vida el asesinato de su mamá por parte de su padre, por lo que fue criada por su hermana y su abuela materna. A los 15 años quedó embarazada de Tomaselli. Mantuvieron una relación hasta que en marzo se separaron. Meses después, él la pasó a buscar por el trabajo con la excusa de que quería conversar, la llevó a un descampado y la violó mientras la amenazaba con un cuchillo.
“Desde el sentido común, la decisión de los jueces (de otorgar el avenimiento a Tomaselli) parece una locura –señaló Filmus–. Pero ellos actuaron en base al atraso legislativo que permite que esto suceda.” La norma data de 1921, cuando se sancionó el Código Penal actual, que establecía que en los casos de violación de una mujer soltera el hombre quedaría “exento de pena si el delincuente se casare con la ofendida, prestando ella su consentimiento”. A través de esa norma, sostiene el proyecto de Filmus, el Estado “estaba protegiendo el honor de la familia” acorde con la sociedad “de características eminentemente machistas y patriarcales” de principios de siglo XX.
En 1999, el artículo fue modificado: “Una simple lavada de maquillaje”, define la diputada Marcela Rodríguez, autora de dos proyectos de ley que van en el mismo sentido que el de Filmus, presentados en 2008 y 2010, y que actualmente están en la Comisión de Legislación Penal, presidida por el diputado Juan Carlos Vega, de la Coalición Cívica. “Que no se derogue el artículo 132 viola la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, entre otros acuerdos internacionales”, explicó la diputada. Por lo tanto, para Filmus, “si uno va al fondo de la cuestión, es inconstitucional”.
“La cantidad de casos que hemos tenido en los últimos tiempos, muchos de ellos que terminaron en muerte y otros que no llegan a los medios, demuestran que la desigualdad de género no es cosa del pasado”, señaló el legislador. “Me parece que está claro que hay que profundizar los programas de apoyo a las víctimas y de difusión sobre la problemática. Los cambios de los comportamientos sociales llevan años, pero la legislación no puede ser anacrónica.”
Informe: Rocío Magnani.
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-184375-2011-12-29.html
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Enlaces a organismos de DD.HH. argentinos y entidades afines
El archivo de la DIPBA (Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires), adonde se pueden solicitar datos de inteligencia de personas desaparecidas por la dictadura genocida cívico - militar y ladrona de bebés.
-Luciano Arruga desaparecido en democracia
-Clara Anahí Mariani te estamos buscando - Asociación Anahí
-Abuelas de Plaza de Mayo - Proyecto Maternidades Clandestinas
-Madres de Plaza de Mayo - Línea Fundadora
-Asociación Madres de Plaza de Mayo
-Familiares de Desaparecidos y Detenidos por razones políticas
-ASOCIACIÓN DE EX-DETENIDOS DESAPARECIDOS
(http://72.52.96.202/arg/) la que precede es la nueva dirección con que FEDEFAM se enlaza a la red del Movimiento de Derechos Humanos argentino
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